La aparición de prolapso vaginal en la mujer puede ocurrir a cualquier edad sin embargo hay factores de riesgo que lo hacen más mucho más probable en mujeres adultas que han tenido varios partos vaginales y han alcanzado la menopausia.
Es importante recalcar que el prolapso vaginal es relativamente frecuente.
Aproximadamente un tercio de las mujeres lo sufrirá en algún grado a lo largo de su vida. Si tienes más de un factor de riesgo, tus posibilidades de desarrollar un prolapso vaginal aumentan.
Ten en cuenta que el prolapso puede ser leve y apenas causar síntomas pero si no se trata puede llegar a causar dolor, incomodidad y problemas para defecar u orinar.
A continuación vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre esta afección:
¿Qué es el prolapso vaginal?
El prolapso vaginal es el descenso de alguno de los órganos de la pelvis en forma de bulto por la vagina. Es una patología debida a la desestructuración del suelo pélvico. Hay que tener en cuenta que el suelo pélvico es el conjunto de estructuras que cierran el conducto formado por los huesos de la pelvis manteniendo en correcta posición de las vísceras pelvianas.
Si estos se debilitan, los órganos pélvicos, incluidos la vejiga y el útero, colapsan haciendo que caigan dentro o fuera de la vagina.
¿Cuáles son las causas del prolapso vaginal?
Lo cierto es que esta afección está relacionada con el debilitamiento de los músculos pélvicos. Existen varias causas que explican este debilitamiento. Entre las más frecuentes están:
- Estreñimiento
- Haber tenido varios partos vaginales partos vaginales quirúrgicos o partos por cesárea
- Que los los niños hayan sido muy grandes al nacer
- Algún tipo de tumor pélvico
- Y el envejecimiento natural de la vagina.
En la mayoría de los casos los síntomas más graves se dan durante la menopausia por la falta de estrógenos que suelen acelerar la pérdida de musculatura en la vagina.
Síntomas del prolapso vaginal
Muchas mujeres con prolapso vaginal dicen sentir presión en la zona vaginal, descrita como un dolor agudo en la vagina.
Las pacientes suelen quejarse de sentir:
- Plenitud vaginal: una sensación de tener algo atascado en la vagina
- Desprendimiento vaginal: la sensación de que algo se está cayendo de la vagina
Cuando el grado del prolapso aumenta, los órganos pélvicos acaban por apoyarse unos en otros, lo cual termina afectando al funcionamiento de otros órganos cercanos.
Por este motivo muchas mujeres experimentan:
- Dificultades para defecar a presionar los órganos el intestino
- Incapacidad de vaciar la vejiga al completo
- Dolores durante las relaciones sexuales
- Dificultad para usar tampones
- Prolapsos secundarios, concretamente el prolapso de rectocele o el prolapso de cistocele.
Pruebas médicas para diagnosticar el prolapso vaginal
Hay varias pruebas médicas que pueden utilizarse para diagnosticar el prolapso vaginal. La más común es el examen pélvico. Durante un examen pélvico, el médico comprobará si las paredes de la vagina están abultadas y si hay algún cambio en el tamaño o la forma de la vagina. Si se sospecha que hay un prolapso, el médico también puede solicitar una ecografía o una resonancia magnética para obtener una mejor visión de los órganos pélvicos.
Tratamientos para el prolapso vaginal
Si te han diagnosticado un prolapso vaginal, las opciones de tratamiento dependen del grado de la afección.
En cualquier caso, los tratamientos del prolapso vaginal tienen como objetivo mejorar o corregir esta situación mediante el apoyo del suelo pélvico y los músculos circundantes.
Existen diversas opciones, dependiendo de la gravedad del prolapso. Veamos cuales son:
Las opciones no quirúrgicas incluyen:
– Ejercicios del suelo pélvico y fisioterapia: Ayudan a fortalecer los músculos que sostienen los órganos pélvicos. Los ejercicios de Kegel son un tipo de ejercicio del suelo pélvico.
– Un pesario: Es un dispositivo que se introduce en la vagina para sostener los órganos pélvicos. Puede utilizarse de forma temporal o permanente.
– Terapia hormonal: Puede ayudar a reducir síntomas como la sequedad vaginal, que puede empeorar el prolapso.
–Laser vaginal: La terapia láser vaginal es una alternativa segura y eficaz a la cirugía tradicional, con menos riesgo de complicaciones. El procedimiento consiste en utilizar un láser para tensar el tejido vaginal y sostener los órganos pélvicos.
Las opciones quirúrgicas incluyen:
– Reconstrucción vaginal: Esta cirugía consiste en reconstruir la pared vaginal utilizando tejido de otra parte del cuerpo.
– Reconstrucción del suelo pélvico: Esta cirugía refuerza y da soporte a los tejidos y la musculatura del suelo pélvico. También puede implicar la reubicación del útero o la vejiga.
Tratamiento láser del prolapso genital
El tratamiento con láser es una opción mínimamente invasiva para tratar el prolapso genital. El láser suministra energía de alta intensidad a la zona afectada, lo que tensa y refuerza las paredes vaginales.
Esto puede proporcionar un alivio significativo de los síntomas y ayudar a mejorar la calidad de vida.
Evitar que tu prolapso empeore
Para prevenir el prolapso vaginal, es importante mantenerse activa y evitar el sobrepeso u obesidad. También es importante practicar el Kegel, un ejercicio que fortalece los músculos del suelo pélvico. Si usted tiene antecedentes familiares de prolapso vaginal, consulte a su médico sobre las formas de prevenirlo.
Puede evitar que el prolapso empeore evitando el estreñimiento y el esfuerzo durante la defecación. El estreñimiento ejerce una presión adicional sobre los músculos del suelo pélvico y los debilita. Esto puede provocar un mayor prolapso. También debe evitar levantar objetos pesados y hacer esfuerzos durante actividades como toser o estornudar.
Factores de riesgo de desarrollar prolapso
Aunque cualquier mujer puede sufrir un prolapso vaginal posterior, hay ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar esta afección. Uno de los principales factores de riesgo es el parto vaginal, ya que el proceso de dar a luz puede suponer un esfuerzo para la vagina y los tejidos circundantes. Esta tensión puede causar desgarros en la zona perineal, lo que puede provocar una incisión o apertura de la vagina.
Otros factores de riesgo de prolapso vaginal son la obesidad y la tos crónica o el estreñimiento crónico.
La buena noticia es que hay formas de reducir el riesgo de sufrir un prolapso vaginal. Si tienes sobrepeso, perder peso puede ayudar a reducir la tensión en la vagina y los tejidos circundantes. Los ejercicios de Kegel, que fortalecen los músculos del suelo pélvico, también pueden ser útiles para prevenir el prolapso vaginal.
Por último, evitar las actividades que suponen un esfuerzo innecesario para los músculos del suelo pélvico, como levantar objetos pesados, también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta afección.
¿Es lo mismo prolapso uterino y prolapso vaginal?
Hay varios tipos de prolapso, según los órganos afectados. El tipo más común es el prolapso uterino, seguido del prolapso vaginal y del prolapso rectal.
El prolapso uterino y el prolapso vaginal son dos trastornos muy diferentes. El prolapso uterino es una condición en la que el útero se desplaza hacia el interior de la vagina. El prolapso vaginal, por otro lado, es una condición en la que los tejidos de la pared vaginal se debilitan y se deslizan hacia el interior de la vagina. Aunque ambas condiciones pueden ser muy molestas, el prolapso uterino es mucho más grave ya que puede causar infertilidad, dolor y sangrado.
En Conclusión: Cuándo debes consultar a un médico
Si crees que puedes tener un prolapso, acude a tu médico o a un fisioterapeuta especializado en trastornos del suelo pélvico. Le preguntarán sobre sus síntomas y le harán un examen físico. También pueden solicitar pruebas para diagnosticar el tipo de prolapso que tiene.
Una vez diagnosticado el prolapso, el fisioterapeuta trabajará con usted para crear un plan de tratamiento. Las opciones de tratamiento varían en función del tipo de prolapso que tenga y de su gravedad. En algunos casos, basta con cambiar el estilo de vida y/o realizar ejercicios para los músculos del suelo pélvico (conocidos como ejercicios de Kegel). En los casos más graves, puede recomendarse la cirugía.
Preguntas frecuentes sobre prolapso vaginal
¿Por qué sufro un prolapso?
Hay muchas razones posibles por las que alguien puede sufrir un prolapso. Puede deberse a la genética, la edad o una lesión previa. También puede ser el resultado de una tos crónica o del estreñimiento.
¿Diferentes tipos de prolapso?
Hay muchos tipos de prolapso y pueden variar en gravedad. Algunos prolapsos pueden no causar ningún síntoma, mientras que otros pueden ser bastante dolorosos. En general tenemos: prolapso de útero, vaginal, vejiga, enterocele. Al conjunto de prolapsos se les conoce como POP o prolapso de órganos pélvicos