El término prolapso de vejiga es poco común en nuestro lenguaje habitual; por este motivo es muy normal que no lo hayas escuchado y no sepas de qué se trate. Sin embargo, si te decimos que se trata de la caída y descenso de la vejiga hacia el exterior del cuerpo, seguro que sabes de qué estamos hablando.

Normalmente esta caída puede ser de uno o de varios de los órganos internos de la zona abdominal como pueden ser, además de la vejiga, la uretra, la vagina e, incluso, el recto. Pero la cuestión es saber porqué ocurre y qué síntomas tiene, así como las posibles soluciones que, hoy en día, se brindan médicamente.

Las causas del prolapso

Esta es una situación médica compleja, como verás, las consecuencias son importantes, sin embargo, las causas prolapso son varias y diferentes entre sí. Por este motivo, tanto el diagnóstico como su posible tratamiento son más complicados de lo que parece en un principio.

Además, te diremos que a veces los síntomas pueden parecerse al de otras posibles patologías y esto puede complicar que lo diagnostiquen rápidamente.

En principio la causa más importante, o la explicación más habitual, es que las estructuras que dan soporte a estos órganos internos, es decir, toda la estructura de músculos y ligamentos internos que soportan y dan cobijo a la vejiga y los demás órganos, no los pueden sostener.

Esto pasa porque han sufrido algún daño o porque se han ido debilitando de forma que dejan de sostenerlos pudiendo llegar a salir del cuerpo a través de la vagina.

Las causas más habituales del prolapso son algunas como:

– Los partos vaginales, que en ocasiones pueden provocar desprendimientos y desgarres.

– Aunque pueda parecer mentira, existen factores genéticos que implican mala calidad de musculatura y ligamentos abdominales.

– Traumatismos durante el embarazo, como fetos grandes o múltiples.

– Bajada de los niveles de estrógenos, típica en la menopausia.

– Sufrir enfermedades respiratorias crónicas.

– La práctica de deportes de impacto o hiperpresivos: los ejercicios cardio y todos los que suponen un impacto constante hacen que se produzcan pérdidas de orina, incluso en mujeres jóvenes. A la larga, también pueden provocar prolapso.

– Levantar o soportar grandes pesos habitualmente.

– Tener estreñimiento crónico.

Por supuesto puede ocurrir también si has sufrido alguna cirugía de abdomen, o pélvica.

Síntomas del prolapso de vejiga

Los más frecuentes son los siguientes:

– Sientes muchas ganas de orinar todo el día.

– Si no orinas parece que se te va a escapar el pipí.

– Te cuesta orinar u orinas muy lentamente, tarda en salir y vaciarse la vejiga, necesitas parar varias veces o cambiar tu postura para orinar del todo.

– Notas que no vacías la vejiga del todo.

– Tienes infecciones de orina con frecuencia.

LAS SOLUCIONES AL PROLAPSO

Como hay diferentes niveles en la gravedad del prolapso, lo primero es saber cuál es tu caso. Es muy importante que, si sientes los síntomas del prolapso, consultes a un profesional, porque ellos evaluarán y diagnosticarán tu caso concreto. En este momento podrán recomendarte una solución apta para tu recuperación, por lo que no dejes que pase ni un día más.

Existen tres tipos de prolapso: leve, moderado y graves. En cualquier caso, es tu doctor o doctora quien deberá determinarlo, para orientarte hacia la mejor solución posible.

Habitualmente, los leves se han tratado únicamente con ejercicios de Kegel, para rehabilitar la zona. También se emplean elementos de peso en casos medios, para reforzar la zona.

En casos más graves, incluso se recurre a otro tipo de tratamientos, incluso hormonales.

En cualquier caso, no debes tomar una decisión por ti misma, sino recurrir a profesionales como los de BeNuren. Nuestros tratamientos están ideados para conseguir que tú, que eres mujer, vuelvas a sentirte bien y segura contigo mismo, ofreciéndote soluciones integrales a todo tipo de problemas íntimos femeninos.

Si sufres prolapso de vejiga o sientes alguno de los anteriores síntomas, no lo dudes, en Benurensomos especialistas en salud íntima femenina, ¡consúltanos!