Las palabras “suelo pélvico” empiezan poco a poco a salir de las consultas. Ya no es solo un término utilizado únicamente por los médicos. Cada vez más mujeres entienden qué es este conjunto de músculos y por qué es tan importante para las mujeres. Un laxamiento del suelo pélvico puede ocasionar otros problemas físicos que a la vez pueden alterar nuestro estilo de vida y repercutirnos emocionalmente. Gracias al esfuerzo de los doctores y también a Internet y a diferentes foros de conversación entre mujeres, el suelo pélvico es un tema cada vez más tratado y del que se tiene más información.

En cambio, el cocimiento sobre el prolapso uterino, una de las consecuencias más graves del debilitamiento del suelo pélvico, es realmente escaso. Pocas mujeres que no ronden la menopausia saben de qué se trata. El prolapso uterino ocurre cuando los músculos y los ligamentos del suelo pélvico se estiran y se debilitan, por lo que dejan de proporcionar un sostén adecuado para los órganos de la cavidad pélvica, que se deslizan hacia la vagina o sobresalen de ella. Estos órganos pueden ser la vejiga, el útero, la vagina, la uretra o el recto, aunque también puede darse el caso de que desciendan dos o más de ellos a la vez.

Causas del prolapso

Las causas del prolapso son variadas, pero todas ellas están relacionadas con un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Las más habituales son:

 

  • Envejecimiento de la mujer
  • Disminución de los niveles de estrógenos después de la menopausia
  • Afecciones que ejerzan presión sobre los músculos pélvicos, como el sobrepeso
  • Los partos vaginales, que en ocasiones pueden provocar desprendimientos y desgarres
  • Factores genéticos, que implican mala calidad de musculatura y ligamentos abdominales
  • Estreñimiento crónico o presión al evacuar los intestinos
  • Levantar o soportar grandes pesos habitualmente
  • Traumatismos durante el embarazo, como fetos grandes o múltiples
  • La práctica de deportes de impacto o hiperpresivos, que facilitan las pérdidas de orina. A la larga, estos deportes también pueden provocar prolapso

Grados de prolapso

Atendiendo a la gravedad del prolapso, se puede clasificar en cuatro grados.

 

  • Grado 1 o leve: descenso ligero en el interior de la vagina.
  • Grado 2 o moderado: el descenso llega a la entrada de la vagina.
  • Grado 3 o total: el órgano descendido traspasa el orificio vaginal hacia el exterior.

Síntomas del prolapso

Por lo general, el prolapso uterino no provoca síntomas hasta ser moderado. Los síntomas más frecuentes que puede ocasionar son:

 

  • Sensación de pesadez o de un tirón en la pelvis
  • Tejido que sobresale de la vagina
  • Problemas urinarios, como pérdidas, retenciones o dificultades para orinar
  • Problemas para evacuar los intestinos
  • Sensación de presión, como si algo cayera de tu vagina
  • Molestias sexuales
  • Infecciones de orina con frecuencia

Prevención

Generalmente el prolapso uterino se diagnostica durante un examen pélvico. Tu doctor te indicará si tu suelo pélvico se ha debilitado y en qué grado. Es importante señalar que el problema no comienza en el órgano que desciende, sino en un debilitamiento de los tejidos que sostienen dichos órganos. Así que, si sientes algunos de los síntomas del prolapso, te recomendamos que consultes con un profesional para que diagnostique tu caso concreto, como los de BeNuren. Nuestros especialistas podrán recomendarte una solución apta para tu recuperación, ya que nuestros tratamientos están pensados para fortalecer el suelo pélvico. En BeNuren creemos firmemente que el rejuvenecimiento de tu suelo pélvico puede devolverte la juventud, libertad y seguridad.