Acabas de ser madre. Has pasado por un parto (o más) con su episiotomía, contracciones, pujos, etc. Y ahora que ya ha pasado un tiempo, tienes que recuperarte íntimamente. Hoy te contamos 7 cosas que no sabías sobre el suelo pélvico.
Parece que todo el mundo habla de ello y que es algo imprescindible en la vida de toda mujer. De hecho, lo es. Y si las mujeres lo hubiésemos conocido antes, quizá no estaríamos hablando de algo tan abstracto.
1. Para empezar, ¿qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es el conjunto de músculos sobre los que se apoya nuestro aparato genital. Sostiene también la vejiga, la uretra, la zona anorrectal y los órganos inferiores. Para que nos entendamos, una imagen.
2. ¿Para qué sirve?
En pocas palabras: el suelo pélvico sirve para sostener en su lugar los órganos internos inferiores (vagina, vejiga, intestinos) y para mantener los esfínteres en forma y cerrados, evitando cualquier tipo de escape indeseado. Esta es su misión primordial, aunque hay muchas otras cosas que puede hacer por nosotras.
3. ¿Alguien ha dicho embarazo?
Sí, amiga. En el embarazo tu suelo pélvico juega un papel esencial. Si en tu vida normal sirve de sustento para los órganos, cuando estás embarazada sujeta también a tu bebé. Todo el peso que vas ganando en el vientre se apoya en el suelo pélvico, que tiene que trabajar extra durante nueve meses.
4. Y el parto viene después
Durante el parto no es que el suelo pélvico sea importante, ¡es que es esencial! Los músculos que abrazan la vagina son los que se ponen en marcha para empujar y hacer que el bebé salga, todo ello combinado con tu esfuerzo, por supuesto.
5. Tensión y relajación
Algo tenemos claro: los músculos necesitan estar en forma, tensos, fuertes, para aguantar todo el peso y las tareas delicadas (hablando claro, que no se te escape el pis). Durante el embarazo y el trabajo de parto, las fibras, los nervios, los tejidos… todo se ha estirado y relajado para dejar paso al bebé. Ahora viene el trabajo para retensar y poner al día la musculatura del suelo pélvico. Esto ya te sonará más: los ejercicios de Kegel.
6. Estrógenos a mí
Los estrógenos son una de las hormonas femeninas que regulan el funcionamiento de nuestro cuerpo y vida íntima. En determinados periodos de la vida de una mujer (embarazo, postparto, menopausia), los estrógenos pueden sufrir un descenso que afecta también al estado del suelo pélvico.
7. Orgasmos más fuertes
Sí, también influyen en eso. Son músculos que se contraen por lo que, si están más fuertes, podrás disfrutar más de los buenos ratos.
Recuperación del suelo pélvico postparto
Los ejercicios de Kegel son una buena forma de empezar el cuidado de tu suelo pélvico. De hecho, en las clases preparto te hablarán de ellos y te enseñarán cómo hacerlos de forma adecuada. Sin embargo, los músculos sufren mucho estrés, presión y distensión. Eso quiere decir que, aunque seas una profesional de Kegel, quizá necesites ayuda para tonificar de nuevo tus músculos.
Para eso existen tratamientos como el Vaginal Training de BeNuren que te ayudarán a entrenar de una forma adecuada y con una “entrenadora” personal: nuestra asesora BeNuren. Y lo más importante: el Vaginal Training con su innovador sistema BFB (BioFeedBack) te enseña cuáles son los músculos que tienes que ejercitar y cómo hacerlo.
Hazlo por ti
Con sólo diez sesiones, Vaginal Training es capaz de recuperar tu suelo pélvico y cerrar la uretra para que no haya más escapes.
Disfruta de tu bebé y cógelo sin notar esas pérdidas molestas. Recupera ese músculo olvidado y entrénalo sin males mayores.
Así que, ya sabes, si necesitas una ayuda extra para recuperarte después del parto, BeNuren es la solución que estabas buscando. Pídenos una cita y te atenderemos en nuestros centros para asesorarte.