Son muchas las mujeres que sufren de un mal olor en su vagina. En muchos casos no tienen otros síntomas (picor o escozor), simplemente notan un olor diferente que no es agradable. Cuando ocurre eso no debemos preocuparnos, ya que no significa que sea una infección sí o sí.
¿Qué hemos de pensar entonces?
Pueden ser bastantes las posibilidades, pero las más probables son las siguientes:
- Se te ha olvidado un tampón u otro cuerpo extraño en la vagina.
- Puede ser que durante el coito se haya roto el preservativo y quedó un fragmento de él dentro.
- Tienes lo que se llama vaginosis bacteriana.
¿Qué es vaginosis bacteriana?
Se trata de una alteración del equilibrio de los microorganismos que se encuentran en la vagina.
Los lactobacillus son las bacterias más importantes de la vagina formando la llamada microbiota vaginal. Son las más abundantes y las que producen el ácido láctico, impidiendo, de esta forma, el crecimiento anormal de otras bacterias.
La composición de la microbiota vaginal varía con diferentes factores: con la edad, con el estado hormonal, con los productos que tienen contacto con los genitales, con el pH vaginal, con las relaciones sexuales…
Cuando aumenta el número de bacterias negativas y desciende el número de lactobacillus aparece el mal olor vaginal, y esto es lo que se denomina vaginosis bacteriana. Sin embargo, esto no llega a provocar inflamación, pero sí aumenta el flujo que se hace más acuoso y maloliente.
Si te pasa esto, no te preocupes, es normal. Al menos el 30% de las mujeres lo padecen en algún momento de su vida. Suele ser más normal en personas de raza negra, en mujeres fumadoras y cuando se realiza una excesiva higiene intravaginal.
¿Qué tratamiento es el más recomendable?
Lo más aconsejable es que cuando notes mal olor vaginal acudas a un profesional para que localice el problema y te proponga una solución. Sin embargo, os vamos a dar una serie de consejos para reducir ese hedor.
- No lavar las braguitas con quitamanchas o suavizante, es mucho más recomendable lavarlas a mano con un detergente suave y ecológico.
- Llevar ropa interior blanca y de algodón 100%.
- No usar ropa ajustada.
- Asegúrate de un correcto secado de la zona genital, que no quede húmeda.
- No rasurar el vello púbico ni eliminarlo del todo, ya que pueden hacerse microerosiones que son puerta de entrada a los gérmenes.
- Lavarse 1 vez al día. En un primer momento pensamos que cuanto más se lava la vagina más limpia está. En cambio, también cambiamos el pH y se favorece más la desaparición de lactobacillus.
También suele ser eficaz el tratamiento con prebióticos, que son sustancias que favorecen al crecimiento de la microbiota genital, o probióticos (lactobacillus).