¿Sabías qué al 90% de mujeres que tienen su primera relación íntima con su pareja después del parto les duele? Pues así es… Tal vez tu seas de las afortunadas que se encuentra en ese 10%, pero somos muchas las que nos enfrentamos a este momento con muchas ganas y lo que nadie nos dijo… podemos sentir leves molestias o dolor.
¿Por qué duele el sexo tras el parto?
Después del parto, con tu bebé en casa, esos primeros meses vas amoldandote a la nueva situación, el sexo aún no tiene cabida y el libido parece que tampoco… Pero según se reactiva tu vida y vuelve a tu “nueva normalidad” (una palabra muy de moda ahora), la vuelta al trabajo, comienzas a ver como tus pechos y tu abdomen recuperan parte de su estado original, te sientes menos cansada ya que duermes un poquito mejor, el líbido vuelve a ti y te das cuenta que se puede sacar tiempo para retomar el sexo.
Acuestas al bebé, te aseguras esos 10 minutos de “vale esta torradisimo porque no llora” y llegó el gran momento. Precalentamientos, líbido a tope, pero… vaya… no lubrico igual, ¿será que no estoy excitada? No…no… fuera esos pensamientos, llega el momento del coito y sencillamente… duele, duele por la sequedad, por la episiotomía que en tu caso era más grande de lo normal o sencillamente la laxitud del parto hace que tengas menos sensibilidad en la penetración.
En resumen, después de estar todo el día pensando en el sexo y en que esta primera vez sería única… pues si ha sido única pero no como esperabas.
¿Cómo prepararme para mi primera vez después del parto?
Tranquila no vamos hacer un viaje en el tiempo y darte consejos para perder tu virginidad, después de dar a luz damos por sentado que está más que perdida. Te vamos a dar los consejos que necesitas para que volver a tener sexo después del parto sea placentero, disfrutes, no te fustre y sea una primera vez que mejore con creces aquella en la que perdiste tu virginidad.
Tu cuerpo debe recuperarse. El organismo tiene que recuperarse del parto, volver a su estado más natural, el útero debe recuperar su tamaño, la vagina reponerse del traumatismo del parto, cesar los loquios y, en el caso de episiotomía o desgarro, es importante que cicatricen. El tiempo depende de cada mujer, tu cuerpo es listo te lo irá indicando y dando señales, en principio deja que pase la cuarentena y atenta al resto de señales.
Recupera el líbido. No pienses que tu deseo sexual ha desaparecido, que ya no te atrae tu pareja o en “estoy demasiad agobiada para el sexo”, poco a poco dejarás de estar agobiada, es normal que al prinicipio te sientas así, demasiados cambios en tu vida.
Pero el deseo sexual volverá, justo en el momento en el que tus hormonas vuelvas a estabilizarse. La prolactina, hormona que favorece la lactancia y disminuye los estrógenos, a su vez complica el sexo… aporta más sequedad vaginal y disminuye el líbido sexual. Así que paciencia, una vez la lactancia esté implantada tendrás menos subidas y bajadas de prolactina, tu deseo sexual volverá.
No se mojan las braguitas. La lubricación está directamente relacionada con la sequedad vaginal, si no lubricas tu vagina está seca, esto ocasiona molestias o dolor en la penetración. Como te hemos comentado anteriormente, si das el pecho la prolactina hará que disminuyan los estrógenos y, en consecuencia, la lubricación. Con esto no queremos decirte que dejes de dar el pecho, sino aportar una solución compatible: lubricar de forma natural.
Si, seguro que has pensado “me pillo unos lubricantes”… y te funcionarán, pero piensalo bien, ¿quieres que tu primera vuelta al sexo sea con lubricantes? Por si no lo sabes, el lubricante tienes que aplicarlo antes de iniciar o en plena relación sexual, si no estáis acostumbrados esto os parecerá raro, puede que incómodo, para mí sería un claro “corta rollos”.
Además, el lubricante es algo que tienes que aplicar cada vez que tengas relaciones… ¿En serio más aliados? ¿No tenemos ya bastante con salvaslips, tampones, copa vaginal, compresas y durante la lactancia discos para no llenarlo todo de leche?
Pues te recomiendo que lubriques de forma natural, para ello puede ayudarte la tecnología del láser vaginal: indolora, sin ingreso hospitalario, sin efectos secundarios y tu ginecólogo puede hacerlo a partir de los 4 meses tras el parto. Lubricarás de forma natural, además ayudará a frenar una posible incontinencia urinaria y rejuvenecer los tejidos de la vagina, que ¡bastante ha sufrido la pobre!
Dejá de estar en el 90% de mujeres que sienten dolor en su primera relación sexual tras el parto, ha llegado el momento de posicionarse en ese 10% gracias a la tecnología láser vaginal.