Todas mujeres llevamos a las diosas griegas dentro, pero nos sentimos más cómodas dejando que una de ella lidere nuestra vida. En ocasiones, sacamos una más que otra, tenemos que lidiar con los conflictos entre ellas o dejarnos llevar por esa Diosa no predominante para nosotras.
Hoy te voy a contar más acerca una de mis Diosas favoritas y con la que me siento más identificada: Atenea.
Atenea, una mujer práctica y analítica
Atenea se considera la Diosa de la sabiduría, guerrera implacable, especialista en artes y oficios. Te preguntarás ¿Cómo es la mujer en la que predomina Atenea?
Las mujeres que tienen más presente a la Diosa Atenea, tienen, por norma general, una buena relación con los hombres, podríamos poner como ejemplo a Miranda Hobbes de Sexo en Nueva York. Suelen verse como ejecutivas en el trabajo, ya que este ocupa un lugar prioritario en su vida, así como las emociones no toman protagonismo en su vida, siendo una mujer donde el raciocinio y pragmatismo está presente.
De hecho, su autoestima está íntimamente ligada a sus logros profesionales, esto es un arma de doble filo, porque si todo va bien en el trabajo genial, pero como no sea así…Atenea se viene abajo. Además, esto influye en sus relaciones de pareja ya que siempre buscará un hombre que le permita crecer en su carrera profesional, en el momento que “le corte las alas”, dejará de ser el “hombre perfecto”.
Atenea y el sexo
Las mujeres Ateneas ven el sexo como un elemento más que se desarrolla dentro del “contrato” que es el matrimonio o bien un encuentro predeterminado y calculado, con un objetivo a obtener. De hecho, se siente atraída por hombres que ve como amigos o mentores, más que como amantes.
Atenea tiene que sacar la Afrodita que lleva dentro, y así transformar su sexualidad en una atracción erótica o de compromiso emocional. Una vez se mete en la cama, deja salir a su potente Atenea para aprender y mejorar cada movimiento, cada contracción vaginal, porque su objetivo es alcanzar la plena satisfacción.
Podríamos catalogar a las mujeres Ateneas de buenas amantes.
Si Atenea está soltera no le importa ni piensa activamente en el sexo, centrará su vida en lograr el éxito profesional, de hecho puede pasar largos periodos sin pareja y así eliminar cualquier “lastre” que pueda interferir en su ascenso profesional. Sólo cuando ese hombre que se cruza en su camino cumple todas sus expectativas, deja salir Afrodita y a Hera para conquistar, seducir y mantener junto a él a ese hombre.
En el caso de estar casada, para ella el sexo es una necesidad biológica más, como cualquier otra del ser humano, no le da más ni menos importancia, pero sin dejarla al abandono, sabe que el sexo es necesario para tener una buena y sana relación de pareja.
De hecho, es consciente que en determinadas etapas de su vida como tras el parto o con la llegada de la menopausia, el sexo se ve afectado y cambia.
Tras el parto considera que puede ser menos satisfactorio si presenta laxitud vaginal, así como en la menopausia, debido a la disminución de estrógenos, aparece la presencia de sequedad, escozor y molestias sexuales. Ante estas situaciones Atenea no se queda impasible, busca soluciones, no va a consentir que todos sus años de aprendizaje y mejora en el terreno sexual se pierdan, ni dejará que una relación matrimonial o un encuentro sexual no alcance su objetivo por un problema que tiene solución.
Busca de forma activa, en todos los canales que tenga a su alcance, la solución mejorar su relación sexual con la pareja, no dejará que todo el trabajo que ha hecho durante años quede en el olvido.
Lograr el éxito está en su mente, también en la cama.
Su practicidad y su pragmatismo la hacen una mujer perspicaz, resolutiva y maravillosa, que en cualquier situación, incluso en la cama buscará una solución para mejorar y disfrutar cada vez más.
Fuente: Jean Shinoda Bolen. (Traducción 2010) Las diosas de cada mujer: Una nueva psicología femenina. Barcelona. Editorial Kairós.
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