Muchos estudios han intentado establecer qué porcentaje ocupa el sexo en la relación, unos acusan un 50% siendo conservadores y otros un 80%. Lo que es cierto es que una relación necesita buen sexo para mantener la llama viva.

El problema aparece cuando uno de los dos tiene una disfunción sexual, ya sea una disfunción eréctil en el caso del hombre o una dispareunia, en el caso de la mujer.

La mujer puede sufrir distintos trastornos sexuales, de forma simultánea o aislados. La Anafrodisia es la ausencia del deseo sexual, el trastorno de la excitación sexual, la mujer no tiene una respuesta sexual en su cuerpo ante la excitación o transtornos en el orgamos, cuando la mujer no alcanza el climax.

En nuestra WikiNuren nos centramos en la dispareunia, que está relacionada con sentir dolor antes, durante y/o después de mantener sexo.

¿Qué es la dispareunia? Síntomas y causas

La dispareunia es el dolor que se produce en la vagina al mantener relaciones sexuales. Pero este dolor no está aislado, ya que desencadena una sintomatología como escozor, ardor y/o picor. 

Esta disfunción, está asociado al vaginismo, espasmos involuntarios en los músculos de la vagina. Estos espasmos pueden ser muy dolorosos, hasta el punto de no poder llevar a cabo la penetración. Además, durante la menopausia la mujer sufre una bajada de estrógenos que ocasiona una sequedad en el tejido, potenciando más el dolor durante el coito.

La causa de la dispareunia no es única, ya que la mujer puede sufrir a lo largo de su vida este problema por distintos motivos.

  1. Puerperio. Tras el parto, la mujer entra en la fase de puerperio. Además de enfrentarse a los cambios de la musculatura del suelo pélvico y sus posibles patologías como incontinencia urinaria o fecal. Ante un parto vaginal instrumentado, donde se produce desgarramiento y una episiotomía, la mujer puede sufrir dispareunia, siempre y cuando, se produzca infección de la episiorrafia.

  2. Endometriosis. Según datos del Ministerio de Sanidad, 1 de cada 10 mujeres sufren endometriosis. Esta es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de tejido del endometrio fuera del útero, por ejemplo, en los ovarios, trompas de Falopio, vejiga urinaria o intestinos.

  3. Anovulación. Es básicamente la ausencia de ovulación en mujeres de edad fértil, esto afecta directamente a la fertilidad de la mujer.

  4. Hiperprolactinemia. Es una afección relacionada con los niveles de la hormona prolactina, que presentan niveles más altos de lo normal. La prolactina tiene como función producir leche materna tras el parto.

  5. Síndrome genitourinario de la menopausia (SGM). Durante la menopausia se produce una bajada de los niveles de estrógeno, provocando, entre otros, sequedad vaginal. Esta sequedad, que afecta entorno al 50% de las mujeres que se encuentran en esta etapa, viene acompañada de irritación, quemazón en la zona, molestias al orinar, picores y, especialmente, dolor en las relaciones sexuales. 

2. Evolución de los tratamientos 

Durante años, la mujer que padece dispareunia ocasionada por sequedad vaginal (SGM) optaba por no mantener relaciones sexuales, con el fin de evitar el dolor. Sin embargo, se ha demostrado que evitar el coito ocasiona una disminución de la irrigación del canal vaginal, con lo que se acentúan los síntomas de la sequedad vaginal. Las relaciones sexuales o la masturbación disminuye la sequedad vaginal.

Hasta la fecha, se ha tratado la sequedad vaginal con hidratantes y lubricantes, que deben aplicarse entre dos o tres veces a la semana en la zona vaginal o previo al coito, según prescripción médica. Estos tratamientos no solucionan a largo plazo la sequedad vaginal, tienen capacidad para reducir o paliar la sintomatología pero no erradican la patología. Podríamos decir que la mujer se “ata” a este tipo de tratamiento de por vida, reduciendo su calidad sexual.

Gracias a la evolución de la medicina y los avances tecnológicos, la mujer dispone a día de hoy de tratamientos efectivos como el Láser Vaginal (láser de diodo). A diferencia del láser de CO2, el láser de diodo no produce quemaduras en el área de actuación (no ablativo).

El Láser Vaginal penetra en el tejido hasta 2 milímetros de profundidad y calienta la zona vaginal, reactivando la producción natural de colágeno. De esta forma, el tejido recupera su elasticidad en la pared vaginal y aumenta el flujo sanguíneo, favoreciendo la lubricación. 

Además, este tratamiento mejora la laxitud de los tejidos de la vagina, reduciendo las pérdidas de orina, el escozor y el picor, aumenta la lubricación y estrecha la vagina.

3. Conclusión

Las relaciones sexuales son fundamentales para la estabilidad de la pareja. Además, una mujer sexualmente activa disfruta de todos los beneficios para la salud emocional y física, como una mejora considerable en la autoestima y reducción  del estrés, que acumulamos en el día a día.

La menopausia es una etapa más de la vida de la mujer que afecta en la misma físicamente, acentuando los problemas de sequedad vaginal y ocasionando que el sexo quede relegado al “fondo del armario”, en consecuencia, la calidad de la mujer queda  desmejorada si no actúa.

La llegada del Láser Vaginal es una solución efectiva y duradera para combatir la dispareunia ocasionada con la llegada de la menopausia.

El tratamiento consta de 4 sesiones, sin necesidad de ingreso hospitalario, sin anestesia y sin efectos secundarios, sólo requiere reposo sexual entre 3 y 4 días tras la aplicación del láser.

Si estás en plena etapa menopáusica y sufres dispareunia, informate en BeNuren, tenemos la solución para ti.

Consulta a nuestro especialista AQUÍ  o en el email info@benuren.com