Recuerdo claramente el día que me vino mi primera regla, un día en el que una nueva etapa llegaba a mi vida, aún recuerdo las palabras de mi padre: “Enhorabuena… ya eres una mujer”, solo tenía 11 años y seguía en la E.G.B, me sentía de todo menos una “mujer”. Ahora llega a mi vida una nueva etapa: La Menopausia.
Tal vez, este momento es el que cierra todo un ciclo para dar vida a otro nuevo, dejo de lidiar con la menstruación cada 28 días, más o menos… nunca fue un reloj, con los dolores de pecho y de riñones, y sobretodo, con ese loco humor de perros …Ilusa de mí que solo escuche “con la menopausia llegan los sofocos”, eso es lo que esperaba…sofocos. Nada más lejos de la realidad, una nueva etapa que afecta a mi vida diaria, a mi zona más íntima y… lo peor… a mi relación de pareja.
He pasado de mirar tampones en el super a evaluar si necesito lubricantes para hacer frente a la sequedad vaginal y volver a meterme bajo las sábanas con mi marido. La sequedad se suma al escozor y la molestia durante la penetración.
Sinceramente chicas… esto no es vida.
¿Dónde se ha ido mi apetito sexual? ¿y mis orgamos…?
Con toda la experiencia sexual que tengo después de estos años, no quiero renunciar a divertirme y sentir con mi marido y mucho menos ahora que los “niños” se han ido de casa y tenemos cada rincón para nosotros. Pero la menopausia me está afectando al apetito sexual, la bajada de estrógenos es la culpable de perder el libido sexual.
Además, la menopausia ha venido acompañada de sequedad, escozor, picor, irritación y dolor durante la penetración. ¡Qué más se le puede pedir a la vida! (Estoy siendo irónica….) Por no hablar del cansancio y los cambios de humor,,,Al final todo esto suma, el apetito sexual y las ganas de lanzar al aire el sujetador cada vez más escasas.
Y el día que me propongo hacer frente a todo ello, los orgamos son poco intensos, mi suelo pélvico también se ve debilitado.
Kegel, Yoga, lubricantes, óvulos…. ¿en serio necesito todo esto para meterme en la cama y tener un sexo alucinante? … No se si mi vida da para tanto… y pensar que mi preocupación hace 10 años era que los críos no nos escucharán… o nos pillaran infraganti. Ahora que ellos nos dejan la casa para nosotros, llega la menopausia y controla mi vida sexual.
¡Basta! Quiero volver a sentir
Ahora mismo tengo dos opciones. Una seguir como estoy y llenar mi cesta de la compra con productos que me dan más calentamientos de cabeza que satisfacciones o bien buscar una solución eficaz y definitiva, que me ayude a mejorar mi vida sexual.
El láser vaginal es una de las mejores opciones para hacer frente y combatir los efectos de la menopausia, tal vez no me quiten los sofocos, pero sí hará que vuelva a tener el control sexual en mi vida.
Mi próxima meta es reactivar la producción de colágeno de mi cuerpo de forma natural y recuperar así el tejido de la vagina con sesiones de láser vaginal de diodo (no ablativo), con esto mejorará la laxitud del tejido y la lubricación, reduciré los incómodos escapes de orina, el escozor y el picor.
Ahora tenemos la suerte, gracias a la ciencia y la tecnología, de corretear por el pasillo en ropa interior y acabar bajo las sábanas sin preocuparnos de las molestias durante la penetración, tenemos la oportunidad de hacer un viaje en el tiempo, volver a sentir cada encuentro como único, volver a sentir como una veinteañera, pero con más experiencia y con la persona que amas.
Tener la menopausia no es sinónimo de vejez, ni implica dejar el sexo a un lado, tener la menopausia es una etapa más de la vida, que traerá otras cosas buenas, igual que la menstruación llegó para darme la oportunidad de vivir la maternidad, la menopausia marcará un antes y un después el mi vida sexual.
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