Lo admitamos o no, las preocupaciones que se tenían durante el cuidado del primer hijo no son las mismas que cuando criamos al segundo o al tercero. Ahora te tomas con más calma esa herida que se ha hecho al caerse del columpio. Sabes que solo es un rasguño y que si se lo curas y le adviertes de que no se lo toque, en un par de días sanará. También sabes que si tiene unas décimas de fiebre debes visitar al médico, pero no lo haces con la misma inquietud que cuando fuiste por primera vez.
Un enfado con algún amigo ya no es el drama que era antes, o al menos para ti. Son niños y todo se lo toman a pecho. Para ellos, sus problemas son los más importantes y tú eres consciente de ello. También eres consciente de que en ocasiones tendrás que hablar con los padres de sus amigos, con los propios niños o con los profesores, pero también de que otras veces deberás dejar que sean ellos mismos quienes resuelvan sus diferencias.
Algunas inquietudes que después del primer parto nos quitaban horas de sueño, a partir del segundo desaparecen automáticamente, como las pataletas que se coge para salirse con la suya o un “Necesita mejorar” del colegio. Ahora conoces trucos para que se le pasen más rápido y cómo hacer que mejore sus notas en el colegio. Si haces todos los deberes y te portas bien en clase, te dejo ver un rato los dibujos o te compro unas chucherías.
Si lo piensas detalladamente, seguro que durante la crianza de tu primer hijo también te habrá pasado: la primera vez que te dijo que no quería comer fruta o verdura, por ejemplo, no sabrías cómo conseguir que se comiera el plato entero. Mientras que después aprendiste a lidiar con esos baches. Es normal, las primeras veces siempre son más difíciles.
Reconocer y compartir estos sentimientos hará que estemos más tranquilas, y no por ello debemos sentirnos culpables o con remordimientos. Que no nos alarmemos como la primera vez no implica que no nos preocupemos o que seamos malas madres. Todo lo contrario: significa tenemos experiencia y que por eso afrontamos estas dificultades con mayor tranquilidad.