¿Sientes que todavía no tienes edad para utilizar compresas o que estás limitada a la hora de vestir para que no se noten? No estás sola, muchas otras mujeres compartimos tu aborrecimiento hacia ellas. Acabas de entrar en la menopausia y una de las pocas cosas que le agradecías era abandonar temporalmente el uso de estas incómodas toallas higiénicas. (Sabemos que en otros artículos hemos dicho que hay que aceptar con normalidad esta nueva etapa porque es una más de nuestra vida, pero eso no significa que no podamos reconocer que sea un poco incordio). Pero tú ya te habías hecho la idea de que te ibas a olvidar de ellas por un buen tiempo, cuando imprevisiblemente has empezado a tener pérdidas de orina y has tenido que volver a recurrir a las compresas y a sus molestias.

Si no era suficiente con tener que estar atenta a las bragas que utilizas para que no se marquen, para que no clareen o para que no corten en medio de la tripa y saquen michelines, ahora también tienes que recuperar antiguas preocupaciones. ¿Con alas o sin alas? ¿Bastará con un salvaslip? ¿Se adherirá bien al tejido de esta braga? ¿Si me pongo falda me sentiré cómoda? Las compresas determinan no solo el tipo de ropa utilizamos, sino también la lencería.

Así que si las maldices cada vez que te pones una y te preguntas reiteradamente cuándo podrás librarte de ella, este es tu momento. Con BeNuren puedes hacerlo posible, tenemos la solución a tu problema.