Sabemos que nuestro cuerpo, siempre y cuando esté sano, sabe cuidarse y mantenerse en equilibrio. La vagina, por ejemplo, se autodepura, humedece y lubrica generando mucosa en el interior del canal para mantener el equilibrio de la flora a través del pH y evitar de esta forma contraer infecciones. Las infecciones alteran nuestro flujo (su color, olor y densidad cambian) y nos pueden causar ardor al orinar, dolor, inflamación y enrojecimiento en la zona que rodea a la vagina y molestias durante las relaciones sexuales.

Prestar atención a nuestra zona íntima es recomendable, ya que en ocasiones no le damos la importancia que se merece en cuanto a cuidados se refiere y nos limitamos a mantener unos hábitos de limpieza básicos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que se trata de una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, por lo que hemos de incorporar a nuestra rutina ciertos hábitos de higiene que nos ayudarán a cuidar la zona vaginal y mantenerla alejada de posibles infecciones.

Sin embargo, hay ocasiones en las que no contraer infecciones en nuestra zona íntima es complejo, ya que estas no siempre están ligadas a malos cuidados. Sus causas pueden ser variadas, como las enfermedades, la disminución de las defensas o contagio por relaciones sexuales. A continuación te vamos a explicar cuáles son las infecciones vaginales más comunes en las mujeres y sus síntomas.

Candidiasis vaginal

La candidiasis es una de las infecciones vaginales más frecuentes. Su causa es netamente micótica y su nombre se debe al hongo que la produce, el Candida albicans, que está presente de forma natural en nuestro organismo. La infección se genera cuando aumenta su cantidad debido a cambios en la acidez de la vagina como consecuencia de una depresión del sistema inmunitario. Sus síntomas son hinchazón, picor o ardor en la zona de la vulva, a la vez que el flujo vaginal adquiere un tono blanquecino o amarillento.

Es recomendable prestar atención a nuestro cuerpo, ya que tener muchas infecciones vaginales por cándida puede ser un signo de otros problemas de salud.

Vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana es una infección que ocurre cuando se produce un desequilibrio entre los diferentes tipos de bacterias saludables presentes en la vagina y estas proliferan. Este tipo de infección no se contagia a través del contacto sexual, pero sí se puede desarrollar si la composición química natural presente en los genitales de nuestra pareja altera el equilibrio de la vagina. Sus síntomas más evidentes son el flujo débil con tonalidades blancas o grisáceas con olor desagradable. También puede ir acompañada de picores en la zona externa de la vagina y escozor al orinar.

Vaginitis tricomoniasis

La vaginitis tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual muy común causada por la infección transmitida por el parásito protozoario llamado Trichomonas vaginalis. De hecho, es considerada la enfermedad de transmisión sexual curable más común. La mayoría de las personas infectadas no presentan signos, pero cuando la tricomoniasis se manifiesta puede causar picazón, ardor, enrojecimiento o dolor en los genitales, molestia al orinar o una secreción secreción de tono amarillento o verdoso con olor inusual. Este parásito puede permanecer tanto en el genital masculino como en el femenino, por lo que el tratamiento con antibióticos se debe aplicar a ambos miembros de la pareja para evitar que la infección reaparezca en el futuro.

Clamidiasis

Esta enfermedad de transmisión sexual está causada por la bacteria Chlamydia trachomatis y en un principio puede no presentar síntomas, por lo que es complejo diagnosticarla. Las señales más comunes son secreciones de tono más blanquecino con un olor distinto al habitual, sangrado durante las relaciones sexuales y dolor en la parte baja del abdomen. Las personas jóvenes sexualmente activas (entre 18 y 35 años) tienen mayor riesgo de contraer esta infección debido a factores biológicos comunes. La clamidiasis es una infección vaginal de alto riesgo, ya que puede dañar los órganos reproductivos de la mujer y causar infertilidad.

Cada infección tiene su causa y cada una puede ser identificada por síntomas específicos. Es fundamental reconocerlos para identificar cuál es el organismo que está provocando la infección y dar con un pronto diagnóstico. Las infecciones vaginales tienen cura, pero su tratamiento debe ser orientado por un ginecólogo, por lo que te recomendamos que visites a tu médico para que te recete los medicamentos más adecuados para eliminarlos.