La higiene íntima femenina es algo que toda mujer debe conocer para vivir de forma más cómoda y segura. Unos buenos hábitos son importantes en cualquier etapa vital femenina. Desde la infancia, pasando por la primera regla, la adolescencia, la madurez y la menopausia, cada momento tiene sus particularidades.

Hay algo indiscutible respecto al tema de la higiene íntima femenina: sentirte limpia y libre de olores desagradables es fundamental en la vida diaria. Para ello, hay unos hábitos generales que si se siguen de forma regular, nos facilitarán la vida y prevendrán infecciones y otros problemas.

En la higiene

Es importante resaltar que la limpieza íntima no sólo es una cuestión higiénica, sino también de salud. La vulva (parte externa del órgano reproductor femenino) debe cuidarse en cualquier etapa de los ciclos vitales de la mujer de la siguiente forma:

  • Al ir al baño o al ducharse, siempre hay que limpiarse desde delante hacia atrás. Así evitaremos desplazas bacterias anales hacia la vulva.
  • El la medida de lo posible, hay que usar jabón neutro (jabón de pH = 7 o ligeramente inferior) y agua, evitando el gel de ducha normal.
  • No utilizar esponjas, ya que son el hogar ideal para los gérmenes y el moho.
  • Hay que evitar las duchas vaginales internas si no están prescritas por el médico. Pueden provocar la bajada del PH y favorecer las infecciones.
  • Lavarse las manos antes y después de mantener relaciones sexuales para evitar poner bacterias extrañas en contacto con la flora vaginal.
  • Evitar los desodorantes íntimos, ya que son potencialmente irritantes y alergénicos. Además, pueden enmascarar el mal olor que puede ser un síntoma de enfermedad.
En la menstruación

Dejando de lado el falso mito “si tienes la regla no puedes mojarte, ducharte ni bañarte” que es totalmente falso, durante la menstruación es aún más importante mantener una higiene más que correcta.

  • Es importante cambiar las compresas o tampones cada 4 o 6 horas.
  • Fuera de estos días, es recomendable no usar protegeslip, ya que sólo protegen a la ropa y no al propio cuerpo, ya que impiden la respiración de la zona íntima.
En la ropa
  • La ropa interior conviene que sea de algodón o con piezas de algodón en la zona de contacto con la vulva.
  • Evitar usar tangas todos los días o nunca si tienes predisposición a las infecciones. Al tener la tira trasera en contacto con el ano y la vagina, pueden transportar bacterias más fácilmente.
  • Evitar el uso de ropa muy ajustada (interior o exterior) ya que puede generar rozaduras o humedad, caldo de cultivo para infecciones.
En la depilación
  • Cuando se haga depilación con cuchilla o rasurado, pueden producirse pequeños cortes en los labios o la zona circundante.
  • Evitar la depilación láser completa. Altera el entorno genital y posibilita el acceso de bacterias a la vulva y vagina. El vello púbico cumple una función de barrera y eliminarlo nos deja desprotegidas ante agresiones externas.