Seguro que si haces memoria recuerdas que alguna vez una mujer te ha contado que ha oído hablar de la copa menstrual, pero que nunca se ha atrevido a usarla. “He leído mucho sobre ellas, pero hay algo que me echa para atrás”. Este es un relato bastante habitual, o al menos hasta hace un tiempo, ya que poco a poco el uso de las copas menstruales se ha extendido.

Muchos son los beneficios que motivan a las mujeres a abandonar las compresas y tampones por las copas menstruales: su precio (por unos 20 euros te libras de volver a comprar tampones o compresas durante al menos 10 o 15 años), son respetuosas con el medio ambiente y perfectas para quienes tienen reglas muy abundantes, pues no obliga a cambiarse con tanta frecuencia.

Si acabas de dar a luz y eres de las que ya utilizaba las copas antes del embarazo o si, por el contrario, te quieres sumar a ellas después del parto, hay varias cuestiones que a continuación te explicamos que debes tener en cuenta. La primera de ellas es que, por lo general, las marcas las venden en dos tallas para cubrir distintas necesidades. Factores como la cantidad del flujo, la edad, el estado del suelo pélvico y el número y tipo de partos influyen en la elección del tamaño de tu copa. Así es que la pequeña está pensada para mujeres con poco flujo, para menores de 30 años, que no han tenido partos o que los han tenido por cesárea. A partir de esa edad, o después de haber sido madre, generalmente habría que usar la copa grande. 

Después del parto

Si bien es cierto que puedes utilizar la copa después del parto, debes saber que no es recomendable usarla para el sangrado postparto. Después de dar a luz es normal experimentar abundante sangrado durante los días siguientes. Esto se debe principalmente a que los vasos sanguíneos en el útero quedan expuestos tras el desprendimiento de la placenta. Si en un pasado ya habías utilizado copas menstruales, es probable que sientas la tentación de volver a usarlas, pero no deberías, ya que todavía te estás curando internamente y la zona de la vagina está dolorida e hinchada. Es por ello que necesitas dejar pasar un tiempo antes de volver a usarlas. El sangrado debería disminuir durante las seis semanas siguientes al parto, momento en el que visitarás a tu médico para un chequeo y en el que podrás preguntarle si puedes volver a usar tu copa menstrual. Por lo tanto, antes de volver a utilizarla debes consultarlo con tu doctor.

Desde BeNuren te animamos a que, si eres consumidora habitual de las copas, nos cuentes tu experiencia y nos des algunos consejos útiles. Si todavía no las has probado, te recomendamos que lo hagas y que nos expliques en los comentarios tus primeras impresiones.